Tipos de envases y su correcta nomenclatura

Cajas, envases, packaging o embalaje son algunos de los términos que se utilizan como sinónimos para hacer referencia a los contenedores de productos. Sin embargo, designan distintas ideas en función de su papel para contener el producto. Hoy os lo explicamos.package

Envase primario

Envase primario: El envase primario es aquel que está en contacto directo con el producto y se encarga de su contención y protección. En muchas ocasiones, a este no se le asigna una función comunicativa, ya que puede no ser visto por el consumidor en el punto de venta, en el caso de que se encuentre dentro de una caja que lo contenga. Así pues, la caja -que será el envase secundario- adquirirá el protagonismo en términos de comunicación.

Bien es cierto que en el campo del ecommerce el envase primario puede aportar algún tipo de valor comunicativo, siendo un atributo diferencial destacado. En este caso, las empresas toman la decisión de trabajar el envase primario del producto ya que este elemento se convierte en un factor decisivo a la hora de determinar la experiencia de compra y repetirla.

Otra de las funciones del envase primario es la de contener toda la información que por ley debe incluir el producto, sin embargo, en algunos casos esta puede ser incorporada indistintamente en el envase secundario -o packaging- con tal de garantizar la máxima transparencia posible en el manejo de información por parte del consumidor.

Cabe mencionar que cuando hablamos de “envase” -sin especificar si es envase primario, envase secundario o envase terciario- estaríamos haciendo referencia al primario, a pesar de que, en muchas ocasiones, el término se utilice como sinónimo de caja, packaging o embalaje, como hemos comentado anteriormente.

Un ejemplo de envase primario, sería aquella botella encargada de contener cualquier líquido, como la que vemos a continuación:Botella

Envase secundario

Envase secundario: Llamamos envase secundario a aquel encargado de contener el envase primario o el conjunto de envases primarios. Este también puede llamarse packaging o empaque, y al contrario que en el caso del envase primario, este sí tiene una función comunicativa ya que debe ser atractivo para el consumidor. Sobre todo, teniendo en cuenta que el 60% las decisiones de compra se toman en el punto de venta, como afirman numerosos estudios. 

De esta forma, el packaging o envase secundario, se convertirá no solo en un valor diferencial que logre transmitir la imagen de marca de la empresa, sino que deberá de ser seguro, fácilmente apilable y contener la información de producto pertinente, entre otros requisitos.

Como hemos comentado anteriormente, en lo referente al ecommerce, este es uno de los aspectos más trabajados por las empresas, llegando a convertirse en un símbolo de distinción para las mismas.

De hecho, el envase secundario ha cobrado una gran importancia en el sistema venta online, hasta el punto de convertirse en protagonista de lo que se conoce como “unboxing”, proceso que consiste en sacar el producto de la caja y retransmitirlo a través de las redes sociales. Esta acción que puede parecer insignificante, consigue atraer la atención de numerosas personas que buscan en internet cómo otras desempaquetan sus productos para valorar la calidad de los mismos y evitar cualquier riesgo relativo a compra.

Durante el proceso de “unboxing” quien recibe el producto evaluará, además, todos los aspectos referentes a la caja que lo contiene, valorando su atractivo, facilidad de apertura, o calidad del material; ya que el cuidado de estos aspectos transmitirá la preocupación de la marca por transmitir una buena experiencia de compra, y aumentará la calidad percibida del producto.

Teniendo esto en cuanta, no es de extrañar que muchas empresas, como aquellas que comercializan perfumes, inviertan la mayor parte de los beneficios en el marketing de producto, focalizando la atención en el envase primario y el envase secundario, o packaging. De hecho, una colonia de lujo con un precio de 70€ tiene un valor real -en cuanto al coste del líquido únicamente- de 2€ de media, según Daily Mail.

En la creciente preocupación de las compañías por adaptar su comunicación a las demandas sociales, en el último periodo se ha puesto en auge la tendencia de hacer uso de las cajas de cartón como packaging de producto, ya que según investigaciones realizadas -como el barómetro llevado a cabo por AFCO- el cartón es el material mejor aceptado por los usuarios por su percepción de reciclabilidad y su carácter ecológico.

Un ejemplo de este tipo de embalaje, sería el contenedor de cartón que mostramos a continuación:Vino_cartón_embalaje

Envase terciario

Envase terciario: Llamamos envase terciario – o embalaje- a aquel contenedor exterior encargado de agrupar todas las unidades mencionadas anteriormente con tal de que su manipulación sea lo más sencilla posible durante el transporte.

En este caso estaríamos hablando tanto de cajas de tamaño mediano, como cajas de grandes dimensiones o box palets, que pueden llegar a adquirir una función comunicativa en el caso de ser usados en el punto de venta.

Este tipo de envase deberá cumplir con unos requisitos legislativos en cuanto a la información exterior necesaria que deberá incluirse en la caja, en el caso de que ésta esté homologada para el transporte de mercancías peligrosas.

La preocupación principal de la empresa en cuanto a este embalaje, será la capacidad de protección del mismo y la adaptabilidad a las características de la mercancía a transportar y del medio de transporte utilizado.

En cuanto a envases terciarios, se han desarrollado con el tiempo distintas tecnologías haciendo posible, por ejemplo, la impermeabilización del cartón de las cajas de embalaje que hacen posible su impermeabilización frente a factores meteorológicos externos.

Un ejemplo de este tipo de envase, sería el siguiente:box-palet-alfilpack-1

Clasificación de los tipos de envases según su material

Por otra parte, los tipos de envase pueden clasificarse según su material, siendo las tres opciones más comunes las siguientes:

  • Cajas de madera y de plástico: Estas dos variedades conforman el tipo de embalaje convencional. Debido a la complejidad del material, en muchas ocasiones -en el caso de la madera- exigen de un tratamiento adicional -tratamiento fitosanitario- que evite la atracción de insectos u otros organismos externos que dañen la mercancía.
  • Cajas de cartón: Las cajas de cartón son una opción en auge en el marcado por el valor adicional que este material le aporta al producto, ya está vinculado a un factor de sensibilidad ecológica que mejora la imagen de marca de aquellas empresas que abogan por esta alternativa.

Por este motivo, con independencia de si estamos hablando de envase primario, secundario o terciario; muchas de las compañías están invirtiendo en este tipo de contenedores, ya que se convierte en una ventaja en cuanto a la percepción de marca.