La versatilidad del embalaje de grandes dimensiones

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Más del 70% de las decisiones de compra se toman en el punto de venta, por ello, resulta rentable invertir en el embalaje de grandes dimensiones como elemento comunicador 

El embalaje de grandes dimensiones es uno de los envases que presenta una mayor adaptabilidad en cuanto a sus posibilidades de fabricación.

La versatilidad de su tamaño, formato, colores o aplicabilidad de coatings convierten al embalaje de grandes dimensiones en uno de los más interesantes a la hora de innovar en el packaging del producto.

Tradicionalmente, se ha ignorado la capacidad comunicativa del embalaje de grandes dimensiones

Normalmente, a la hora de plantear una inversión en comunicación a través del packaging, este tipo de caja ha quedado relegada a un segundo plano, considerándose únicamente útil para la manipulación de la mercancía durante los procesos logísticos.

Se ha acostumbrado a utilizar los sistemas de embalaje de grandes dimensiones para el transporte de productos de gran formato o lotes de productos, sirviendo por lo tanto como embalaje terciario.

De este modo, el embalaje industrial de grandes dimensiones ha servido como herramienta de protección y manejo de la mercancía. Para ello, se han diseñado sistemas de refuerzo exterior, acondicionamiento interior en distintos materiales o aplicación de sistemas de palets –dando lugar a los box palet o el box palet plegable-, con tal de contribuir al mejor apilamiento y manipulación de las existencias.

Así pues, a lo largo del tiempo han sido los envases primarios o secundarios –es decir, las cajas de cartón encargadas de contener el producto que entrarían en contacto con el cliente final- las que han acaparado la mayor atención e inversión en comunicación por parte de las empresas.

Son cada vez más las empresas que invierten en embalaje de grandes dimensiones como herramienta de comunicación en exterior y PLV

No obstante, esta tendencia está cambiando. Y es que, este tipo de soluciones resulta altamente rentable para las empresas que buscan combinar diseño y manejabilidad. De esta forma, se le confiere al embalaje de grandes dimensiones un nuevo valor como herramienta de comunicación en PLV o incluso display publicitario para realizar acciones en exterior.

Y es que no es ninguna locura apostar por dotar de un valor diferencial a este tipo de envase. Sobre todo, teniendo en cuenta que más del 70% de las decisiones de compra se toman en el punto de venta. Es decir, la importancia de un elemento llamativo en un espacio abarrotado por su oferta, resulta crucial y una gran estrategia de venta.

En este sentido, el límite para las cajas de grandes dimensiones queda donde lo esté la imaginación del diseñador tras el proyecto. Estas pueden mimetizarse con el producto, recrear un entorno específico o buscar interactuar con el cliente.

Consiste en ir más allá de las variables convencionales que se relacionan a la hora de hablar de cajas. No es pensar únicamente en la altura de la caja, el sistema de solapas, los refuerzos o las cualidades térmicas –que también deben estudiarse-.

Ahora la originalidad del producto va más lejos, lejos queda la presunción de única utilidad logística para el embalaje de grandes dimensiones, que adquiere un relevante papel en el plano comercial y de la comunicación.